Uzbekistán fue una parada clave de esta mítica ruta, viviendo con ello su época de máximo esplendor y convirtiéndose en uno de los grandes imperios de la época. Descubrir las misteriosas leyendas y tradiciones que dejó tras de sí Marco Polo.
No podrás dejar de mirar las hipnóticas cúpulas azules que cubren toda la ciudad, de una belleza increíble. Piérdete por la plaza de Registán con sus tres impresionantes madrazas, que simbolizan la enorme riqueza que un día tuvo la ciudad.
En Uzbekistán descubrirás un mundo caótico y colorido de innumerables mercadillos. En ellos, además de poder adquirir la artesanía y los telares de vivos colores tan característicos del país, podrás introducirte en la sociedad uzbeka, ya que los mercadillos se convierten en el centro de la vida social.
Nos encontramos ante el país de Asia con más mezquitas y madrazas. Estas madrazas eran antiguos centros de enseñanzas, tanto religiosas como laicas. A cada paso te deslumbrará la grandeza y la magnitud de estas espectaculares construcciones.
Sin duda, uno de los aspectos más destacados es la hospitalidad del pueblo uzbeko, siempre con una sonrisa simplemente por cruzarte en su camino y siempre dispuestos a ayudar al turista.
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