Las Madrasas en Uzbekistán son uno de los principales atractivos turísticos, ya que son edificios de escuelas religiosas que durante siglos han sido de vital importancia en el país, y que a día de hoy, se siguen conservando a la perfección.
A pesar de que existen muchísimas por todo Uzbekistán, hay algunas que destacan sobre el resto. Es el caso, en primer lugar, de la madrasa de Uzbekistán Kukeldash, ya que es la más grande de Tashkent, la capital del país, así como el monumento histórico más visitado de la ciudad.
La madrasa Kukeldash se sitúa en el centro histórico de Tashkent, precisamente donde se encontraban las puertas a la ciudad durante los siglos IX y X. Esta, fue construida en 1570 durante el reinado de la dinastía Shibanida como una escuela religiosa, a pesar de que a lo largo de su historia ha sido utilizada con diferentes fines, como por ejemplo, como parada para los comerciantes durante el siglo XVIII o como fortaleza durante el siglo XIX.
El material empleado para construir esta madrasa de Uzbekistán fue el ladrillo, y a pesar de que ha tenido que ser renovada en varias ocasiones, la parte central, donde se ubica un portal de 20 metros, sigue siendo su elemento más destacado.
Por otra parte, también en Tashkent, se encuentra otra preciosa madrasa de Uzbekistán. Es el caso de Barak-khan, construida en el siglo XVI y donde se encuentra una conocida reliquia musulmana; el Corán del califa Osman. Tal y como cuenta la leyenda, este califa fue asesinado mientras leía este libro, y sus páginas todavía tienen manchas de sangre. También de ladrillo, el principal atractivo de este edificio son sus 3 cúpulas azules así como la fachada llena de pinturas y mosaicos.
Para terminar, cabe destacar la madrasa de Uzbekistán Ichan-Kala, que además de ser la más grande de Khiva, ciudad del suroeste del país, es la más grande de toda Asia Central. Sus 5 cúpulas y la antigua cita que puede leerse en su la parte de arriba de su interior -que dice: ‘Este es un maravilloso edificio que permanecerá para siempre en la alegría de las generaciones futuras‘, son lo que hacen de esta madrasa un lugar único.
Estas son solo algunas de las madrasas de Uzbekistán más conocidas. No obstante, existen muchas otras por todo el país que, sin duda, merecen la pena ser visitadas. Por ejemplo, la plaza de Registán en Samarcanda es una visita de lo más especial, ya que es precisamente allí donde se encuentran 3 de las madrasas más emblemáticas del país. Ponte en contacto con nosotros para visitar algunas de las más bonitas.
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