Los sabores de Asia: Desayunar en Beijing

24/08/2015

Una de las mejores maneras de conocer un país es a través de su gastronomía. Por ello empezamos una serie de artículos en los que hablaremos de los mejores sitios y la forma más auténtica de realizar cada comida del día en las capitales de los diferentes destinos de Asia.

En el caso de Beijing, China, ya desde bien temprano el casco viejo de la capital china comienza a animarse con los hutong (o “callejones”) llenos de vida y color. Esta área es el territorio perfecto para probar un auténtico desayuno propio del Gigante Asiático. Aunque en China no se le da mucha importancia a esta comida, sí que podemos encontrar una interesante variedad gastronómica para comenzar la mañana con fuerzas. Podemos adentrarnos en los mercados aledaños para echar un vistazo a los productos agrícolas locales: Desde el jengibre fresco, al delicioso aceite de sésamo casero. Este producto es muy usado en la mayor parte de los platos de la gastronomía típica de Beijing, sobre todo de influencia cantonesa, y es lo que suele faltar cuando cocinamos un plato típico chino en casa, pero vemos que el sabor difiere mucho del original: El secreto es el aceite de sésamo.

 

 

Muy cerca de aquí podemos adentrarnos en alguno de los establecimientos de comida aledaños o acercarnos a algún puesto callejero para probar los deliciosos You Zha Gui: literalmente, “demonios fritos”. Este plato es una especie de pan frito en forma de palo que recuerda en aspecto a los tradicionales “churros” o “porras” que se toman en España, aunque su sabor es bien diferente. Se pueden acompañar de sopa de arroz.

 

 

Aunque en Occidente pueda resultar llamativo, en China –y en buena parte del resto de Asia- es también muy común desayunar con unos tallarines o fideos al gusto del consumidor: de huevo, de arroz, finos, etc.

 

 

Otro alimento que se puede tomar a cualquier hora es el Baozi, pero cuya ingesta en la primera comida del día está de lo más extendida. Por supuesto, todo ello regado de un vaso de leche de soja fresca.

 

 

Todos estos manjares se pueden probar en los tenderetes que venden sus productos ya cocinados junto a los mercados y también cerca de las principales paradas de autobús y tren. En ellos se pueden probar además los jiaozi, similares a raviolis, boniatos y patatas asadas, si lo que queremos es un desayuno de comida rápida china.

 

 

Como vemos, un abanico bastante amplio de sabores que nos permitirán pasear por zonas muy auténticas e interesantes de Beijing disfrutando de su gastronomía a la vez que profundizamos en las costumbres de este fascinante pueblo.

 

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