Como todos los martes, hoy toca hacer nuestra parada obligada en la estación del cine. ¿Sabéis que película y qué destino hemos elegido hoy con sólo ver esta primera pista en forma de imagen?:
Nuestros viajeros han sido muy rápidos hoy adivinando el destino y la película, pero seguro que además podéis decirnos qué edificio es este del que os mostrábamos sólo un detalle en la foto anterior:
La película de hoy, como muchos habéis acertado, era Siete años en el Tíbet y nuestro destino su capital, Lhasa, concretamente el Palacio de Potala. Este impresionante edificio ha sido utilizado como residencia de los Dalai Lama desde 1649 y está enclavado en la cumbre de la montaña Hongshan, a unos 3.700 metros sobre el nivel del mar. Además, esta imponente construcción ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El film fue polémico en su momento por ser rechazado por el Gobierno chino, dada la imagen que de los oficiales de dicho país se ofrecía. Aunque la mayor parte del rodaje tuvo lugar en Chile, Argentina y Austria (entre otros lugares) es interesante saber que el director tuvo que enviar un pequeño equipo en secreto para rodar en el Tíbet, ya que el Gobierno no ofrecía los permisos pertinentes para realizar las tomas que necesitaban. Unos veinte minutos de película rodada sin permiso en Lhasa fueron utilizados en el film, entre ellas varias escenas del palacio de Potala que aparece en las fotos que os hemos ofrecido.
La película cuenta la historia real basada en el libro del mismo título de Heinrich Harrer:
Heinrich Harrer fue un famoso alpinista austríaco, que intentó la ascensión al Nanga Parbat. Su aventura fue bruscamente interrumpida por el estallido de la Segunda Guerra Mundial.Harrer y su compañero Peter Ausehnaiter fueron recluidos en un campo de concentración del que lograron escapar a través de las montañas. (FILMAFFINITY)
La cinta es ya un clásico moderno protagonizada por Brad Pitt y dirigida por Jean-Jacques Annaud, director del que ya hablamos en el post sobre Dos hermanos. Además de la belleza de las imágenes que muestra el film y el buen gusto estético marca de su director, merece una mención especial la interpretación de Jamyang Jamtsho Wangchuk que desarrolla el papel de un Dalai Lama de 14 años.
Lhasa y el Palacio de Potala son lugares que ningún apasionado de Asia debería perderse, no sólo por su belleza, sino por la espiritualidad, el misticismo y la historia que se respira en sus rincones. Así que si no conocéis aún el Tíbet, quizás vuestras próximas vacaciones sean el momento perfecto para adentraros en esta fascinante zona asiática.
Podéis seguir el transcurso de esta “adivinanza” y dar vuestras respuestas a través de los comentarios de este post, en Facebook y Twitter con el hastag #viajesdecine