Si hay algo por lo que destacan los viajes a Vietnam, es por la autenticidad que transmite cada uno de ellos. La tradición y la cultura milenaria de este país del sudeste asiático hacen de él un lugar magnífico en el que perderse.
Sin embargo, no cabe duda de que, para poder conocer a fondo las costumbres y los hábitos de Vietnam, la mejor forma de hacerlo es a través de sus habitantes, sus pueblos y sus aldeas. Y por ello, no hay nada como escoger alguno de los viajes organizados a Vietnam que permiten vivir experiencias junto a los auténticos locales.
Y es que la vida en las aldeas más recónditas de Vietnam es muy diferente a la de las grandes ciudades, a pesar de que la mayoría siguen manteniendo gran parte de su historia y costumbres. Es el caso, por ejemplo, de Hanoi, la capital, que aunque todavía conserva su Barrio Antiguo, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos a la perfección.
Hanoi, tradición y vanguardia a partes iguales
Prácticamente todos los viajes a Vietnam tienen su punto de partida en Hanoi, que se sitúa al norte del país y es todo un ejemplo del paso del tiempo en Vietnam. Muestra de ello es su Barrio Antiguo, el corazón de la ciudad y uno de sus principales atractivos turísticos con una larga antigüedad guardada entre sus calles. En este Barrio Antiguo es perfectamente posible ver y comprender cómo es la vida tradicional de los vietnamitas, puesto que aquí se siguen manteniendo todas las costumbres culturales y religiosas del país.
Por eso, en el Barrio Antiguo, además de ver a los locales cocinando o llevando a cabo todo tipo de tareas cotidianas en la calle, lo más común es toparse con talleres y casas tradicionales de no más de 3 pisos en las que viven familias enteras junto a edificios emblemáticos como templos y pagodas, entre otros, como el Templo Bach Ma, el más antiguo de todo el Barrio con una arquitectura y una leyenda muy distinguidas.
Pero en Hanoi también existen otros muchos atractivos históricos más allá del propio Barrio Antiguo. El Mausoleo de Ho Chi Minh, el Palacio Presidencial o el Museo de Guerra son visitas obligatorias al viajar por Vietnam para poder entender el contexto social, económico y político del país. En este sentido, pasear por el barrio francés resulta imprescindible para conocer la influencia de Francia en Vietnam durante su colonización, ya que todavía quedan lujosos y magníficos edificios como testigos.
Campos y aldeas: tradición vietnamita en estado puro
En cambio, los pueblos y las aldeas del interior son la mejor manera de entender la forma de vida de los lugareños durante los viajes a Vietnam. Este tipo de poblados son idóneos para conocer la autenticidad más pura del país, es decir, de una cultura basada principalmente en la agricultura y, sobre todo, en el arroz.
Situada en las montañas de Hoàng Liên al norte de Vietnam, Sapa es una ciudad de ensueño y el epicentro para los turistas que desean conocer las terrazas de arroz y realizar diferentes rutas de senderismo. De hecho, es uno de los pueblos más auténticos y con parajes naturales más impresionantes, pero si algo llama la atención de Sapa es su ambiente cultural: además de albergar diferentes atractivos turísticos, tan solo paseando por sus calles es posible sumergirse en la diversidad cultural de las diferentes etnias que conviven en el mismo lugar. Entre los sitios con más encanto se encuentran el valle de Ma Tra -idóneo para el trekking- o las cataratas de Thac Bac, entre otros.
El valle de Mai Chau
Se trata de una de las principales alternativas a Sapa para los viajeros que buscan un destino todavía más tranquilo y lleno de tradiciones. Precisamente, Mai Chau es el hogar de numerosas tribus, como por ejemplo, Dzao, Muong o Thai. Estas etnias habitan en las tres aldeas del valle, Van, Lan y Pon Cong, a las que podrás acceder fácilmente en un agradable paseo en bicicleta por sus arrozales.
Para sumergirte en su tradicional cultura, te recomendamos que visites los mercados de Muong y Pa Co, que son los más grandes de la zona y venden algunos de sus productos más artesanales, especialmente tejidos típicos de los habitantes del área. Además, si quieres disfrutar de uno de los atardeceres más increíbles de Vietnam, no puedes perderte Chieu Cave o la Cueva del Atardecer, popular por su gran escalinata de más de 1.200 escalones.
Por último, si quieres combinar cultura con deporte, no puedes dejar de practicar trekking en los alrededores de Mai Chau, especialmente para conocer la fascinante reserva de Pu Luong y el asombroso Thung Khe Pass, dos enclaves que te dejarán asombrado por su belleza natural.
A Luoi
Muy cerca de Hué, a tan solo una hora de distancia, se encuentra el distrito de A Luoi, un paraiso de color verde. Es uno de los grandes desconocidos de Vietnam, pero también el sitio perfecto para quienes buscan encontrar tradición. Se trata de un lugar compuesto por diferentes aldeas que ofrecen paisajes únicos y llenos de campos de arroz en medio de verdes valles. A Luoi es la mejor alternativa para sumergirse en la cultura local y entrar en contacto con los lugareños cerca de la gran ciudad, puesto que rara vez se ven turistas.
La agricultura en Vietnam y sus técnicas de cultivo
La principal actividad económica de Vietnam es la agricultura, que representa más del 25% del producto interior bruto. Esto no es para menos, puesto que se trata del segundo exportador de arroz mundial, y también de la distribución del café.
En Vietnam, los arrozales ocupan el 85% de la superficie cultivada y su producción anual superó los 43 millones de toneladas en 2019. Y es que, el arroz de este país es simbólico por su calidad y su buen sabor gracias al río Mekong, que fertiliza naturalmente las tierras de cultivo que se encuentran a su paso desde hace más de 300 años. Aún así, las variedades de arroz que se pueden encontrar son diversas, como el índico, el Nep Mot, el Tam Thom o el Nang Huong.
La mejor época para viajar a Vietnam y conocer sus cultivos de arroz es de mayo a diciembre, ya que es el periodo en el que encontrar a los lugareños trabajando sobre la tierra y recolectando sus cultivos. Aún así, cualquier momento del año es bueno para acercarse a conocer las tradiciones de este diverso país.
Por otro lado, aunque muchos asocian el café a Latinoamérica, lo cierto es que Vietnam es el segundo productor del mundo, solo por detrás de Brasil. Este producto fue introducido en el país cuando formaba parte de la colonia Indochina francesa en el siglo XIX, que incluía también a Camboya y a Laos. En aquella época, los vietnamitas trabajaban duro en los campos para producir arroz, café y también té, hasta hacer de Vietnam el gran productor y exportador que es en la actualidad.
En definitiva, viajar por Vietnam significa conocer tradición y diversidad cultural muy marcadas por sus verdes paisajes, aldeas y el factor más importante: la agricultura. Si deseas descubrir este maravilloso país, no esperes más y ponte en manos de profesionales para organizar y exprimir tu próximo viaje a Vietnam.