Como cada martes, nos trasladamos a la sala oscura de un cine para viajar de otra forma. Aquí tenéis la primera foto para que averigüéis qué película es y a qué destino nos referimos:
Más pistas: La película, un entretenimiento de la acción pura y simple, cuenta además con un actor protagonista bastante curtido en las lides de empuñar un arma en la pantalla grande. Aquí tenéis la segunda imagen, a ver si os ayuda a reconocer el destino y la peli:
La película de hoy era Bangkok Dangerous y el destino las cuevas Tham Khao Luang, en Tailandia. La película dirigida por los hermanos Pang y protagonizada por Nicolas Cage, no es más que otra vuelta de tuerca al tema de los asesinos a sueldo cuya calidad fílmica -o falta de ella- no entraremos a juzgar aquí, aunque cuenta con algunos temas argumentales sospechosamente parecidos a los que pudimos ver en León, el profesional, aunque nos atreveremos a decir que los desarrolla con menor acierto. Eso sí, por algunas de las imágenes que muestra de Tailandia sí que merece la pena el visionado.
Esta es la sinopsis del film de los Pang Bros., dos hermanos conocidos también por cintas de género como El Ojo o The Messengers:
Joe, encarnado por Nicolas Cage, es un mercenario al que contrata un mafioso de Bangkok para que asesine a cuatro enemigos que tiene Tailandia. Una vez en la ciudad asiática, recluta a un chico para que le eche una mano, un ladrón al que piensa matar –para evitar que haya ningún testigo- tras acabar el encargo.
Lo interesante de la película es que, además de estar rodada en Bangkok -ciudad de la que muestra su bulliciosa vida-, hay una escena que se filmó en uno de los lugares más hermosos e interesantes de los que se pueden visitar en el país. Nos referimos a la ya citada Tham Khao Luang, localizada en Phetchaburi, una cueva enorme con una bóveda por la que se filtran los rayos del sol, iluminando tenuemente las numerosas figuras de Buda que allí se veneran. Un lugar lleno de encanto y misticismo que los viajeros que decidan visitar este país asiático no deberían perderse. Un rincón que sobrecoge por su belleza.
