Kalaw está situado a 1.320 metros de altura, entre verdes llanuras, escarpados pinares y en mitad de un esplendoroso paisaje que la hizo merecedora de ser el lugar preferido por los ingleses para hacer un retiro de montaña, mientras ocuparon la antigua colonia de Birmania. Aún hoy mantiene todo su encanto natural, y es un destino ideal para los amantes del trekking y el senderismo.

La ciudad es un punto de paso para montañeros y senderistas y, además de la Pagoda Aung Chang Tha Zedi, es aconsejable darse una vuelta por los puestos de su mercado, al que acuden con regularidad los habitantes de las poblaciones de colinas circundantes, para vender los excedentes de sus productos. A las afueras de Kalaw también podrás admirar las pagodas de Shwe Oo Min Paya y Nee Paya, además de la Pagoda Thein Taung Paya y el monasterio, que se llama igual.

El ambiente tranquilo y hasta cierto punto aislado de las prisas de las grandes ciudades, además de su espectacular paisaje montañoso, convierten a Kalaw en un destino ideal para practicar trekking o, sencillamente, para pasar una jornada – o más de una – disfrutando de la calma que proporcionan las alturas.