Si estás planeando un viaje a Himeji, Japón, probablemente el Castillo de Himeji sea el primer destino en tu lista. Sin embargo, hay un lugar igualmente impresionante y menos conocido que debes visitar: el Templo Shoshazan Engyoji. Este templo, situado en la cima del monte Shosha, con una rica historia y una atmósfera mística, es un lugar de visita imprescindible para los amantes de la cultura y la historia japonesa.
Está a 371 metros sobre el nivel del mar, fue fundado en el año 966 por el sacerdote Shoku Shonin, un estudioso del budismo de la secta Tendai, quien eligió el monte Shosha como lugar para su práctica espiritual. Con el tiempo, su reputación creció y llegó a oídos del emperador Hanayama, quien otorgó al templo el nombre de “Engyoji”. Desde entonces, se construyeron numerosos salones y pagodas, sentando las bases para el actual templo Engyoji, un oasis de paz y espiritualidad rodeado de naturaleza.
Cómo Llegar al Templo Engyoji
Para llegar al Templo Shoshazan Engyoji, toma un autobús desde la estación de ferrocarril de Himeji hacia la parada terminal del Teleférico Shoshazan. Este trayecto dura unos 30 minutos. Desde allí, un teleférico te llevará hasta la cima en un viaje de 4 minutos, durante el cual podrás disfrutar de vistas panorámicas de Himeji, el icónico puente Akashi Kaikyo, la isla Awaji en la distancia en el mar interior de Seto Naikai. El costo del teleférico es de 1000 yenes ida y vuelta. Si prefieres caminar, hay seis rutas de senderismo que parten desde el pie del monte Shosha y tardan aproximadamente una hora en llegar a la cumbre.
El Sendero hacia el Templo Engyoji
Una vez en la cima, un corto paseo te llevará a Shino-dokoro, donde debes pagar la entrada de 500 yenes para acceder al templo. Desde aquí, puedes optar por caminar o tomar un autobús de pago para llegar al templo. El camino hasta Maniden, uno de los principales edificios del templo, es empinado y puede requerir algo de esfuerzo físico. Sin embargo, la caminata vale la pena, ya que el sendero te sumerge en la belleza natural de la montaña y te da la oportunidad de experimentar la tranquilidad del entorno.
En el camino encuentras La Puerta Niomon, que marca la entrada al recinto sagrado del templo Engyoji y es un punto clave en el camino hacia la cumbre. Se dice que esta puerta separa el mundo secular del reino sagrado, señalizando el comienzo de los terrenos del templo. El área abarca más de 31 hectáreas de montaña, extendiéndose de este a oeste y albergando docenas de estructuras históricas. Entre ellas, se pueden encontrar templos, subtemplos, salas de oración y cementerios. A partir de este punto, te sumerges en un entorno lleno de historia y espiritualidad.
Peregrinación Saikoku Kannon: Explorando el Antiguo Japón a través de 33 Templos
La ruta de peregrinación Saikoku Sanjusansho, establecida en el siglo VIII, es la más antigua de Japón, recorriendo unos 1,000 kilómetros a través de las prefecturas del oeste del país. Con 33 templos a lo largo del camino, ofrece una experiencia única para quienes buscan conectar con la espiritualidad y la tradición japonesa. Entre ellos, el templo Shoshazan Engyoji es el número 27 en la lista, y es un lugar que no puedes perderte.
En 2023, Saikoku Sanjusansho firmó un acuerdo de amistad con el Camino de Santiago en España que también es Patrimonio de la Humanidad. Esta colaboración demuestra el interés compartido entre Oriente y Occidente por las rutas de peregrinación históricas.
Explorando el Templo Shoshazan Engyoji: Mani-den, Mitsunodo y Kaisando
Mani-den
Shoshazan Engyoji es uno de los templos más destacados en la ruta Saikoku. Una de sus atracciones principales es el Mani-den (o Nyoirin-do), una estructura con forma de escenario construida en la ladera de la montaña rocosa.
Este edificio fue fundado en el año 970 y alberga la estatua de Nyoirin Kannon, un bodhisattva asociado con la longevidad y la prosperidad. Sentarte en este lugar, rodeado por la naturaleza y la brisa fresca, te llenará de calma y serenidad.
En el camino, puedes hacer una parada en Hazuki Chaya, un pequeño restaurante frente a Maniden, donde puedes disfrutar de un delicioso udon y un breve descanso antes de continuar con tu exploración.
Mitsunodo (Tres Salas)
Otra atracción interesante es el conjunto de las Tres Salas, un lugar popularizado por la película “El Último Samurai”. Estas estructuras del siglo XV están dispuestas en forma de U y comprenden Daikodo, Jikido y Jogyodo.
Daikodo es la sala principal, donde se llevan a cabo conferencias y debates sobre sutras. Las tres estatuas del conjunto Budda se colocan en el interior.
Jikido es un edificio de dos pisos que solía ser el área de vivienda y estudio de los monjes, ahora con una exhibición de tesoros del templo en el segundo piso.
Jogyodo es un dojo donde se practican rituales de meditación y canto. Además, puedes participar en actividades únicas, como la copia de sutras y la meditación Zen, que te permitirán conectar con la tradición budista de manera más profunda.
Kaisando: El Corazón del Templo Engyoji
Continuando por el sendero, llegarás a Kaisando, un lugar dedicado a Shoku Shonin, el fundador del templo. Aquí, la luz sigue ardiendo constantemente y se llevan a cabo rituales diarios por la mañana y la tarde. Kaisando es el núcleo espiritual del templo, y te invita a experimentar la devoción y la tradición que han mantenido vivo a Shoshazan Engyoji durante siglos.
Japón está lleno de tesoros ocultos, y el templo Shoshazan Engyoji es uno de ellos. Con su rica historia, arquitectura impresionante y actividades espirituales, este templo ofrece una experiencia única para los visitantes que desean explorar el Japón antiguo y conectar con su legado espiritual.
Artículo de Koji Nishizuka