Las Yurtas de Mongolia

18/11/2013

Mongolia es un país con una climatología bastante extrema. Por ello, los pueblos nómadas de las estepas necesitaban un tipo de vivienda que fuera fácil de montar y desmontar, cuyo transporte no fuera demasiado complejo y que aislara eficazmente de las inclemencias del tiempo en el duro desierto mongol.

 

 

Así surgió la yurta hace más de 2.500 años: un tipo de vivienda circular y desmontable, que cumplía con todos los requisitos para soportar la dura vida de los nómadas. Estas tiendas se levantan gracias a una estructura, normalmente una malla de madera, que será el “esqueleto” de la vivienda. Alrededor se van superponiendo capas de lona que puede ser de diversos materiales como la lana -aunque con los años,  estos han ido evolucionando- que se aseguran con gruesas cuerdas.

 

 

El techo suele ser una estructura cónica de madera con un orificio en el medio que tiene una doble función: regular la temperatura de la yurta y hacer de extractor de humos para la cocina y el fuego. No es extraño que los viajeros que visitan Mongolia sean invitados a entrar en una por sus hospitalarios habitantes, lo cual debe ser considerado como todo un honor. La estancia en la yurta es mucho más cómoda de lo que pueda parecer a ojos occidentales, ya que por dentro suelen estar confortablemente equipadas. Son viviendas respetuosas con el medio ambiente que se pueden levantar en pocas horas entre dos personas. Por ello, en muchas ciudades de occidente se pueden conseguir los materiales para hacer una e incluso existen cursos en los que uno puede aprender todo lo que hace falta para montarla con la mayor eficacia.

 

 

Aunque nada se puede comparar a hacer una ruta por el desierto de Mongolia y encontrar a una familia de nómadas que nos invite a comprobar lo acogedoras que son estas viviendas. Además, suelen estar decoradas con telas de bellos colores que hacen la experiencia de entrar en una, mucho más agradable. Una vivencia que seguro abrirá los ojos al viajero sobre cómo se pueden aprovechar unos pocos recursos para vivir cómodamente respetando la naturaleza.

 

 

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