Las hermosas playas de Vietnam

23/06/2014

Vietnam es un país fascinante y muy polifacético. Ofrece múltiples posibilidades para la gente que este buscando descubrir un lugar único en Asia.
Si lo que se busca es enriquecer el saber personal y descubrir un importante trozo de la historia del sudeste asiático, sus templos esconden secretos de milenarias tradiciones de una civilización fascinante.

En lo que se refiere a su pasado más reciente, los restos de la Guerra de Vietnam ofrecen al usuario la posibilidad de reconstruir los años de contienda conociendo, por ejemplo, los túneles de Cu Chi, usados por las tropas nacionales para moverse bajo tierra y sorprender a sus enemigos norteamericanos.

Sin embargo, Vietnam ofrece un encanto único cuando nos referimos al turismo natural. Supone un mosaico que combina al norte la montaña (con regiones excepcionales para el trekking) con las paradisiacas playas del sur, que nada tienen que envidiar a las de sus vecinos como Tailandia. A pesar de no ser conocido como un destino de Playa, Vietnam no decepcionará a los que estén buscando relax, sol, mar y arena.

 

 

Cada playa, como cada región en ese país, es un mundo. Por ejemplo, la playa Nha Trang -la más popular entre los autóctonos- además de ofrecer los clásicos para tostarse al sol y darse un chapuzón, cuenta con una amplia gama de posibilidades como son el buceo, el surf e incluso excursiones a islas del entorno. Sin embargo, cuando el sol se oculta, la actividad no cesa. Esta playa de casi 9 kilómetros de largo, rodeada de colinas verdes y elegantes palmeras, es conocida por su vida nocturna.

 

 

El contrapunto a esta playa, es la de Mui Ne Beach. Si una es conocida por la constante actividad, esta última es sinónimo de tranquilidad. Flanqueada y custodiada por palmeras, hay muchos hoteles y bungalows que descansan en al borde este paraíso de arena y agua. Tiene un gran atractivo para los surfistas ya que habitualmente la climatología y el viento configura un escenario único para la práctica de este deporte.

 

 

A unos once kilómetros de Mui Ne se halla Phan Tiet, un pequeño reducto de encanto y tradiciones vietnamitas. El pueblo, con un importante gremio de pescadores, ha sabido conservar el ambiente de calma, tranquilidad y paz y su pequeña playa resulta un refugio único para los que se acercan hasta aquí. Esta cercano a la Montaña Takou que es la guardiana de el Buda más grande del país, con 49 metros de altura nada más y nada menos.

 

 

Por último, para los que aman la combinación de playa y montaña la isla Phu Quoc ofrece una alternativa pensada para ellos. Tienen la posibilidad de albergarse en un refugio de montaña dentro de un bosque situado en el centro de la isla. A su alrededor se salpican las playas de arena y aguas cristalinas, donde probablemente se puede ver el mejor atardecer de Vietnam.

 

 

Como vemos, un destino que sin ser específicamente de playa, no tiene nada que envidiarle al resto de las costas de Asia, con la ventaja de que aún no ha sido descubierto por el turismo masivo de sol y mar. Ahora es la oportunidad perfecta para descubrirlo.

 

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