Situada en el valle del río Wang, Lampang es la segunda ciudad más grande del norte de Tailandia. Hay varias teorías sobre el origen de la ciudad, pero la más compartida dice que fue fundada por el primer hijo de la reina Chamaderi de Haripunchai, estableciendo de ese modo el reino mon en el norte. Este enclave es uno de los centros neurálgicos del comercio de teca norteña, lo que generó una potente industria que atrajo a los núcleos de población de las regiones cercanas. Lugar hermoso por el entorno natural que lo rodea, Lampang cuenta con grandes bazas para el viajante más interesado en los lugares con encanto.
Uno de estas zonas es Talat Kao, el mercado viejo de la ciudad a las orillas del río. Es increíble lo bullicioso y colorido que puede llegar a ser este centro del comercio tradicional. Por otro lado, el templo de Wat Phrao Keo Don Tao es un importante centro de oración en el que se alojaba hace años el famoso Buda de Esmeralda que actualmente se puede visitar en Bangkok. A pesar de esta ausencia, la arquitectura del templo y su decoración, lo convierten en un lugar del todo interesante. No menos llamativo es el templo de Wat Si Rong Mueang. Se edificó a primeros del siglo XX con un estilo muy influenciado por la arquitectura birmana. Las tallas de madera que alberga sus mosaicos son toda una atracción, como lo es contemplar los numerosos budas que se custodian en su interior.
Además, la ciudad mantiene el sabor añejo y ancestral gracias a los carruajes de caballos, que eran el medio de transporte tradicional en esta región de Tailandia y ahora se pueden alquilar para ver la ciudad en todo su esplendor de la manera más cómoda.
Lampang es esto y mucho más, por lo que si se viaja a Tailandia, es una gran idea hacer una visita a esta hermosa ciudad norteña.