Situada en la ciudad china de Xian, la Pagoda del Ganso Salvaje es una de las construcciones más importantes que se pueden visitar en esta población célebre por los numerosos restos arqueológicos e históricos que alberga. La construcción de este hermoso lugar se inició en el año 648, aunque debido a que los materiales que se usaron eran muy débiles , acabó derrumbándose. En el año 701 el emperador Wu Setian ordenó que se reconstruyera, aunque diversos conflictos bélicos acabaron dañándola de nuevo. Una vez más se procedió a su reedificación tal y como la conocemos ahora: 64 metros de alto distribuidos en siete pisos con forma piramidal.
Originalmente, la pagoda se edificó para guardar importantes textos budistas que el monje Xuan Zang se encargó de recopilar y traducir durante años en sus viajes por la India. Por ello desde su planificación se tuvo en cuenta que el edificio fuera a prueba de incendios. En su primera planta suele haber exposiciones que pueden ser visitadas por los viajeros y ambos lados de la entrada Sur, se pueden apreciar unas hermosas tablas de piedra que contienen caligrafía de dos emperadores de la dinastía Tang con relieves de dragones voladores.
En cuanto a su nombre, no se sabe a ciencia cierta de dónde procede la referencia al ganso, aunque se estima que puede provenir de un cuento en el que el monje Xuan Zang y un mono, protagonistas de la historia clásica Xi Yu Ji o Viaje al Oeste son socorridos por un ganso tras perderse por un desierto. Por todo ello si se visita Xian, además de sus famosísimos soldados de terracota, no está de más acercarse a contemplar esta pagoda cargada de simbología histórica para el budismo chino.
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