Ciudades con encanto: Ayutthaya

22/07/2010

A unos 80 kilómetros de Bangkok, los restos de la antigua capital de Siam impresionan al viajero y dan fe del poder que alcanzó este reino entre 1350 y 1767, es decir, desde que el rey Ramathibodi I la nombrara capital del Reino de Ayutthaya hasta que fue arrasada por el ejército birmano, su enemigo histórico, en el siglo XVIII.

 

 

Hoy sólo quedan en este lugar las magníficas ruinas de los templos y palacios -se dice que el Gran Palacio de Bangkok está inspirado en la arquitectura tradicional de Ayutthaya – que forman un parque histórico, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1991, pero estos restos son el testimonio del pasado esplendoroso del que acabó siendo en los últimos años de su existencia un puerto comercial muy importante en el mercado de la maderas de teca y sándalo, seda, azúcar y de otros productos llegados de China y Japón. La estratégica situación de la llamada “ciudad de los 33 reyes”, con forma de isla al estar rodeada por tres ríos (Chao Phraya, Lopburi y Pasak), fue clave en su posición como “frontera natural” contra los birmanos. Prueba de ello es que llegó a contar con una población de un millón de habitantes.

 

 

Wat Phra Mahathat es, con sus doscientos chedis, el monumento más fotografiado de Ayutthaya. Considerado como “el centro de la fe”, en su interior se encontraba el Gran Palacio que en su momento debió ser espectacular al estar inspirado en la capilla del Buda Esmeralda de Bangkok.

 

 

Dentro del recinto de esta ciudad fantasma destacan también el Wat Phra Si Sanphet, adornado con tres chedis, con forma de campana, que contienen las cenizas de tres antiguos reyes de Ayuthaya y en el lado este del Gran Palacio la cabeza de un Buda envuelta en las raíces de un árbol. La leyenda cuenta que una de las cabezas decapitadas de Buda por los birmanos cayó a los pies de un gran árbol y este la protegió con sus raíces; otra versión apunta a que la imagen fue robada por unos ladrones que, quizás sorprendidos, la abandonaron junto a un árbol que acabó “atrapándola” para siempre. Esta es, sin duda, una de las imágenes más veneradas de Tailandia.

 

 

Wat Yai Chai Mongkon es otro de los monumentos más visitados de la antigua capital de Siam. Está rodeado de budas protegidos por impolutas telas sagradas con un alto chedi que domina este templo situado al sudeste de la ciudad. Fue construido en 1592 por uno de los reyes más importantes de Ayuthaya, Nareusan el Grande para conmemorar una gran victoria sobre los birmano.

 

 

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