Acercarse al cielo es uno de los sueños más potentes de la raza humana desde tiempos inmemoriales. Una escalera para codearse con las nubes es el Everest. También conocido como Sagarmatha en Nepal y Chomolungma en el Tíbet, es la montaña más alta del mundo y un desafío para el ser humano que fantasea con acariciar el cielo.
Esta majestuosa montaña es una de las joyas de cualquier viaje a Nepal. Está situado en la cordillera del Himalaya, en la frontera entre Nepal y Tíbet. La cumbre misma se encuentra en la región autónoma del Tíbet. ¡Descubre 10 curiosidades del Everest!
1. La altura exacta consensuada entre China y Nepal
Si hay un dato que caracteriza al monte Everest es que se trata del pico más alto del planeta. El techo de la tierra llega hasta los 8.848,86 metros. No obstante, el dato exacto había sido objeto de discrepancias entre China y Nepal.
La versión de Nepal hablaba de una altura de 8.848 metros y la china de 8.844,43 metros. Al final, se consiguió llegar a un acuerdo y el listón se sitúa en 8.848,86 metros.
2. El origen geológico del techo del planeta
El Everest tiene alrededor de 60 millones de años y está compuesto por varias capas plegadas de rocas sedimentarias y metamórficas. Están cubiertas por capas de hielo y nieve apiladas a lo largo de muchos millones de años. Forma parte de la cordillera del Himalaya.
En esa época, el subcontinente Indio estaba separado de Asia. Sin embargo, con el paso de los años, el subcontinente se desplazó hacia el norte hasta que finalmente colisionó con Asia. Esta impactante colisión provocó la subducción de la placa Índica, es decir, una placa se hundió debajo de la otra debido a las diferencias de presión y temperatura. Como resultado, la corteza terrestre se arrugó, dando lugar a la formación de la conocida cordillera.
3. Alpinismo y Everest, sinónimo de desafío
El alpinismo en el Everest es considerado uno de los desafíos más grandes para los montañistas y alpinistas de todo el mundo. La escalada requiere habilidades técnicas avanzadas y un alto nivel de resistencia física.
Además de las bajas temperaturas y los fuertes vientos, los escaladores también deben lidiar con la falta de oxígeno en las altitudes extremas. La falta de aire y la presencia de avalanchas, grietas y seracs (bloques de hielo) hacen que la escalada sea aún más peligrosa. ¡Un desafío apasionante!
4. Deshielo y cambio climático, sus amenazas
El cambio climático también está afectando al Everest. La montaña está perdiendo grandes cantidades de hielo cada año. El estudio publicado en la revista Nature Portfolio Journal Climate and Atmospheric Research revela que el glaciar South Col del Everest, que los escaladores atraviesan de camino a la cumbre, puede haber perdido la mitad de su masa desde la década de 1990, como consecuencia del calentamiento de la región. Podría desaparecer por completo a mediados de este siglo.
Además, otro de los problemas a los que se enfrenta este icono del planeta es la basura. Décadas de alpinismo en el Everest han empeorado la huella ambiental de la zona. A medida que el número de escaladores crece (al menos 600 personas han escalado el pico más alto del mundo en lo que va de este año), este problema ambiental podría aumentar. Por ello cada día se pone el foco en concienciar de este problema para evitar que suceda y mejorar la calidad ambiental de la montaña.
5. Conservar el tesoro más alto del mundo, el principal reto
Conservar el Everest es una de las prioridades medioambientales en la actualidad. Ya se han puesto en marcha medidas para frenar su deterioro, como establecer restricciones en el número de permisos de escalada expedidos cada temporada para limitar la cantidad de personas en la montaña. También se llevan a cabo campañas de limpieza periódicas para recoger los desechos abandonados en la montaña. Estas iniciativas involucran a escaladores, guías y organizaciones ambientales para garantizar la preservación del entorno.
Además, se han establecido regulaciones más estrictas para las expediciones al Everest. Los equipos de escalada deben cumplir con ciertos requisitos y seguir rutas designadas para minimizar el impacto en el ecosistema frágil de la montaña.
6. El cuerpo humano al límite en la ascensión
Subir el Monte Everest pone al límite a todos los sistemas del cuerpo humano. Por poner un ejemplo, el cuerpo gasta entre 12.000 y 15.000 calorías, 8 veces más de lo normal.
Si hay alguien preparado para subir al Everest son los sherpas. Son guías que ayudan a los alpinistas de todo el mundo a subir hasta la cima. Son hombres y mujeres con una capacidad física a prueba de las alturas más exigentes donde escasea el oxígeno.
Este grupo étnico vive en los pies de las montañas de Nepal, lugar donde se establecieron hace medio siglo. El nombre de sherpa (a veces denominado sharwa) significa ‘oriental’, en referencia a sus orígenes en Khams, al este del Tíbet. Comenzaron a emigrar en el siglo XV y se ganaron la vida durante muchos siglos como comerciantes, pastores y agricultores.
7. El primer paso en la cumbre en 1953
La cumbre del Everest es uno de los enclaves más recónditos del planeta y en donde muy pocas personas han podido estar. La primera llegada del hombre a esa zona data de las 11:30 horas del 29 de mayo de 1953.
Las dos primeras personas que respiraron en el techo del mundo fueron el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tenzing Norgay. El neozelandés, conocido como Sir Ed, pasó de ser un humilde apicultor, a convertirse en el escalador más famoso del mundo, y su nombre pasaría a la historia. A día de hoy, más de 4.000 escaladores han alcanzado la cumbre, en unas 6.000 ocasiones.
8. Clima extremo en el Everest
El clima en el Everest es extremadamente inhóspito y variable. En la zona de la cumbre las temperaturas pueden caer por debajo de los -40 grados y los vientos pueden superar los 200 kilómetros por hora.
El mejor tiempo para lograr la cima del Everest suele llegar en la segunda quincena de mayo. Ahora bien, los preparativos para una ascensión triunfante empiezan meses antes. La mayoría de los equipos se reúnen en Katmandú a fines de marzo como para empezar la aclimatación.
9. Una fauna y una flora muy características
Aunque en las zonas más altas el terreno es rocoso y desolado, en las laderas inferiores del Everest se pueden encontrar diversos ecosistemas. Solo algunos animales son capaces de permanecer en la superficie, pero hasta ellos tienen límites. Por ejemplo, los yaks poseen grandes pulmones que los hacen sobrevivir a lugares de hasta 6.000 metros de altitud, mientras que las chovas piquigualdas pueden volar a 8.000 metros. Pandas rojos, arañas, osos negros del Himalaya, leopardos de las nieves y buitres tampoco tienen problema en refugiarse en la montaña.
En las altitudes más bajas se encuentran pastizales alpinos que consisten en arbustos, hierbas y flores pequeñas adaptadas al frío y a la falta de oxígeno. Más arriba, donde las condiciones son más áridas, es posible encontrar líquenes y musgos.
10. Las rutas míticas para ascender al Everest
Hay varias rutas populares para escalar el Everest. Las rutas más frecuentadas son la ruta del lado nepalí a través de la cresta sureste, conocida como ruta de escalada del sudeste, y la ruta del lado tibetano a través de la arista norte. Cada año, cientos de alpinistas intentan alcanzar la cumbre. ¡Apasionante!
El Everest es uno de esos rincones del planeta que hay que ver sí o sí a lo largo de la vida. No te pierdas esta montaña llena de historia y curiosidades. ¡Comienza ya a preparar tu viaje!
