¿Qué hacer en Moorea?
Te recomendamos acceder al Mirador de Toatea, un enclave panorámico privilegiado desde el que se puede observar de un solo golpe de vista toda la amplia gama de azules de la laguna y el océano. A los pies de este mirador se encuentra la playa de Temae y el arrecife de coral, además de percibirse en el horizonte el perfil de la vecina isla de Tahití. Otra impresionante vista del entorno se puede lograr desde el Belvédère, desde donde se pueden observar las bahías gemelas de Cook y Opunohu, separadas por la montaña sagrada de Rotui.
El Mercado de Pao Pao es poco conocido, pero constituye una visita interesante, para empaparse de la vida cotidiana de la población local y ver una única pintura al fresco de François Ravello. También se puede tener una vivencia interesante en el espacio acuático del Moorea Dolphin Center, donde realizar actividades con estos inteligentes y simpáticos animales, adiestrados para interactuar con los visitantes. Si esta convivencia se queda corta se puede complementar con una análoga en la Clínica de Tortugas, gestionada por la fundación sin ánimo de lucro Te Moana.
Los pobladores de Moorea, los Maohi, erigieron en tiempos sus marae para rendir culto a los dioses, además de mostrar respeto a sus jefes y ejercer de punto de encuentro de la comunidad y los distintos clanes familiares. El Marae Titiroa, en Opunohu, y el de Nuupere y Umarea son los más destacados y apropiados para visitar. Además, puedes visitar el Tiki Village Theatre, una reconstrucción de un poblado tradicional maorí donde ver cómo eran las costumbres, los oficios y la cultura de los pobladores originales de Moorea.