Aunque comparten muchos elementos culturales, religiosos y antecedentes históricos, cada lugar es un universo completo en sí mismo. Desde Destinos Asiáticos te ayudamos a organizar una ruta que te permita comprobar todos estos elementos mientras realizas un viaje a Japón y Filipinas.
Podrás adentrarte en los contrastes del país del sol naciente, donde conviven tradiciones milenarias, geishas y el espíritu del bushido de los samuráis medievales con la vibrante vida tecnificada y moderna de ciudades como Tokyo y Kyoto. Ambas son un claro ejemplo de ese contraste: puede visitarse el Santuario Meiji o el Templo Senso-ji al mismo tiempo que Odaiba, un núcleo de alta tecnología ubicado en la bahía de Tokio. En Kyoto sucede algo parecido con el Templo Kiyomizu, el Castillo de Nijo, el Santuario Fushimi Inari o el bosque de bambú Arashiyama, que conviven con el futurista edificio de la estación de trenes de la ciudad.
En Filipinas comprobarás que a cinco horas de vuelo se abre un mundo totalmente distinto: un crisol de culturas donde aún persiste la «marca» de países occidentales como España o Estados Unidos, del que fue colonia durante más de tres siglos. Un entorno dominado por maravillas naturales, montañas y valles de una hermosura singular y unas playas magníficas en islas como Cebú, Palawan o Boracay, donde confluyen el Mar de China, el Océano Pacífico y el Mar de las Islas Célebes.
En este viaje a Japón y Filipinas también podrás disfrutar de una experiencia completa en este archipiélago, desde la superpoblada Manila hasta el maravilloso Río Subterráneo de Puerto Princesa, declarado una de las siete nuevas Maravillas de la Naturaleza. Tendrás oportunidad de conocer una cultura multifacética y plena de matices y admirar uno de los fondos con más biodiversidad del planeta.
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