Chengdú, la vibrante capital de la provincia china de Sichuán, emerge como un tesoro en el corazón del oeste de China, desafiando las expectativas con su ambiente relajado y tranquilo. Esta metrópolis, rica en historia y cultura, se distingue por su contraste radical con otras ciudades chinas, ofreciendo una experiencia única que va más allá de los típicos rascacielos y la bulliciosa vida urbana.
Ubicada en un entorno donde se cultiva la célebre pimienta de Sichuán, Chengdú se destaca como un epicentro culinario con una extraordinaria variedad de platos. Reconocida como la “Tierra de leche y miel” por la excepcional calidad de sus productos agrícolas, la ciudad fusiona lo antiguo y lo moderno, convirtiéndola en un destino fascinante para los amantes de la cultura, la naturaleza y la gastronomía.
Visita la ciudad de Chengdú
Razones para visitar Chengdú abundan, desde la imponente Base de cría de Panda en el norte de la ciudad, que ofrece una oportunidad única para maravillarse con estos encantadores animales, hasta Dujiangyan, un sitio incomparable para explorar antiguos edificios chinos, obras de ingeniería y espectaculares templos taoístas.
La cocina de Sichuán, apreciada en todo el país, encuentra su máxima expresión en Chengdú, donde los visitantes pueden deleitarse con platos auténticos que raramente se encuentran en el mundo occidental. La ciudad también invita a sumergirse en la escena local, disfrutando de las noches en las casas de té y presenciando espectáculos únicos de la Ópera de Sichuán.
Qué hacer en Chengdú se convierte en un deleite para los sentidos. Desde la experiencia inolvidable de observar a los osos panda gigantes en su hábitat natural en la Base de Investigación de Chengdú hasta explorar el Monte Qingcheng, centro taoísta declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la ciudad ofrece una amalgama de experiencias enriquecedoras.
La estatua de Maitreya, el futuro Buda según la creencia, se erige majestuosamente en un acantilado frente al río, una obra impresionante que conecta el pasado con el presente. Además, el antiguo sistema de riego de Dujiangyan, con sus 2000 años de existencia, se erige como patrimonio de la humanidad, sin represa y continuando beneficiando a miles de personas en la actualidad.
Chengdú se presenta como un destino imprescindible para aquellos que buscan una experiencia única que no te puedes perder en tu próximo viaje a China. ¡Contáctanos!.
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