Vietnam es un país al que acuden cada año multitud de viajeros atraídos por su fascinante historia, su cultura y la hospitalidad de su gente, entre otros motivos. Pero además, este impresionante país ofrece rincones naturales de una belleza sobrecogedora. Un buen ejemplo es la isla de Phu Quoc, la más grande del país con sus 575 kilómetros cuadrados.
Este bello paraje de la provincia de Kiên Giang ha vivido siempre de la pesca y la agricultura, aunque en los últimos años el turismo se está convirtiendo en una de sus principales industrias, gracias a sus costas.
Y es que sus playas de fina arena blanca y aguas transparentes, muchas de ellas rodeadas por palmeras, son todo un atractivo tanto para los que quieran escapar del invierno, ya que el lugar disfruta de un excepcional clima, como para los aficionados a practicar snorkel en lugares con una notable biodiversidad marina o las parejas en luna de miel . De hecho, entre los propios vietnamitas recién casados es un destino muy popular como viaje de novios.
Sin olvidarnos de otras atracciones como las pequeñas islas que la rodean, los templos que se pueden visitar en la isla principal o sus mercados de artesanía y productos típicos.
La isla, por si fuera poco, está perfectamente comunicada con el continente gracias a los ferris y a que posee su propio aeropuerto nacional. Por ello, los viajeros que quieran descubrir otro Vietnam diferente al que se suele recorrer normalmente, tienen en la isla Phu Quoc una oportunidad perfecta.