Tanabata, amor entre las estrellas

6/07/2012

Mañana, 7 del 7, es un día especial en muchos países de Asia oriental ya que se celebra lo que en China se denomina el Qi Xi y en Japón el Tanabata (lo nombramos en nuestra lista de festividades), una romántica leyenda escrita en las estrellas con un significado muy especial, hasta el punto que en China es considerado como un San Valentín.

 

 

En resumidas cuentas, la leyenda es la historia de un amor imposible representada en la bóveda celestial por las estrellas Vega y Altair, separadas por la vía láctea. La estrella Vega representa a la preciosa Orihime (princesa de los tejidos), hija de Tenkou (el dios celestial ), y que trabaja con un telar llamada Tanabata junto a un río en el cielo llamado Amanogawa, que no es otro que la vía lactea. Al otro lado, está la estrella Altair, en japonés Hikoboshi que es un pastor de bueyes que vive al otro lado del río. Véase su posición en el cielo en la siguiente imagen:

 

 

La leyenda dice que, un día Tenkou paseaba por sus dominios con su bellísima hija y se dio cuenta del gran trabajo de Kengyu y se paró a felicitarle por ello y aprovechó a presentarle a su hija. Ambos se enamoraron al instante y Orihime empezó a escaparse con él furtivamente. El Dios del cielo sospechó que algo sucedía cuando el trabajo de ambos se vio afectado negativamente por su falta de dedicación y se enfureció mucho por su irresponsabilidad y por que no quería que su hija estuviera con el pastor. Por lo que les condenó a vivir a cada uno en una orilla distinta del Amanogawa de tal manera que solo pudieran verse una vez al año: la séptima noche del séptimo mes. Esa noche, el barquero mágico de la luna, les llevaría a través del río para que pudieran estar juntos por una noche.

 

 

Esta tradición (de origen budista) fue introducida desde China a Japón durante el periodo Nara (siglo VII-IX), aunque no sería hasta el periodo Edo (siglo XVII-XIX) cuando la popular costumbre de escribir deseos en papeles de colores y colgarlos en los árboles de bambú para que el Tenkou los vea y no se olvide de qué noche es. También se cantan canciones para animar a los enamorados y así, cuando puedan juntarse, en su plenitud de felicidad, cumplan nuestros deseos.

 

 

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