El Taekwondo es el arte marcial tradicional coreano, y consiguió una gran popularidad más allá de Corea del Sur desde que en 1994 se declarara oficialmente como disciplina olímpica. Este arte marcial asiático es muy atractivo porque se centra sobre todo en la defensa personal, más incluso que en el ataque -aunque este aspecto sus técnicas son muy efectivas-, porque su práctica fortalece el cuerpo y desarrolla una gran flexibilidad y porque en él la honestidad entre los oponentes y el combate honorable sobre objetivos primordiales.
El Taekwondo se apoya en tres pilares principales: El Pumsae: es el marco de técnicas que permiten al alumno practicar el ataque y la defensa como si se encontrara ante un oponente. El Gyeokpa: Son las técnicas de examen o de exhibición en las que se rompen materiales como tablas o ladrillos usando diversas partes del cuerpo. El Gyeorugi: Es el dominio y la práctica de las técnicas para el combate cuerpo a cuerpo, tanto de defensa como de ataque.
Los viajeros más apasionados por este tipo de deportes tienen varias oportunidades de disfrutar de él si viajan a Corea. Una buena excusa para visitar el país es el Festival Mundial de Takwondo Hwarang, que tiene lugar en Jincheon, la meca de este deporte. En Chuncheon, un lugar perfecto para viajar por su hermoso lago y sus preciosos paisajes, se celebran los Campeonatos Abiertos de Taekwondo Internacional de Corea, en los que se reúnen participantes del mundo entero para combatir en los tres pilares de esta disciplina.
Además, si alguien quiere profundizar aún más en esta práctica, existen institutos en el que se enseñan los secretos de estas técnicas a extranjeros, como el Centro Internacional de Taekwondo Yonsei o el Centro de Taekwondo Hangang. Una forma sana y hermosa de adentrarse en un área importante de la cultura coreana.
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