Narai-juku: Un Viaje Nostálgico a Través de la Ruta Nakasendo

27/06/2024

Narai-juku, un encantador pueblo de posta, se encuentra a aproximadamente una hora de Matsumoto en tren o coche. Es uno de los 69 pueblos de posta que forman parte de la mítica Ruta Nakasendo, la cual conectaba Kioto con Edo (la actual Tokio) durante el período Edo (1603-1868). Narai-juku es el número 34 en la ruta, situado justo en el medio de este histórico camino.

 

 

Para explorar Narai-juku, que se extiende a lo largo de un kilómetro (el más largo de la ruta), recomiendo dedicar al menos dos horas. Al pasear por sus calles, te sentirás como si hubieras viajado en el tiempo hasta el período Edo, disfrutando de un paisaje y un estilo de vida que parecen sacados de un cuento antiguo.

 

 

Lo que más sorprende de Narai-juku es que, a diferencia de otros famosos pueblos de posta como Tsumago y Magome, aquí todavía vive gente. Además, el pueblo cuenta con casas de huéspedes, restaurantes de soba (fideos de trigo sarraceno), tiendas de té, herbolarios tradicionales y tiendas de laca Kiso, así como santuarios y templos que enriquecen la experiencia.

 

 

 

Santuario Shizume Jinja

 

Construido en el siglo XII, este antiguo santuario se encuentra en el lado que apunta hacia Kioto, en una ubicación elevada. Más allá, se encuentra el Paso Torii que conduce al siguiente pueblo. Aunque sus recintos no son muy grandes, la atmósfera es misteriosa y es un lugar excelente para sentir la historia de Narai-juku.

 

 

 

Nihyaku Jizo

 

Situado en el lado norte de Narai-juku, Nihyaku Jizo (200 estatuas de Buda) se encuentra en un área donde aún se conservan cedros antiguos. A lo largo de la historia del pueblo, se han recolectado y consagrado aquí las estatuas de Kannon y Jizo que perdieron su hogar con la construcción de ferrocarriles y carreteras nacionales. Las estatuas de piedra, creadas en diferentes épocas, presentan una variedad de expresiones que reflejan su antigüedad.

 

 

 

Templo Daihoji

 

Construido a finales del siglo XVII, el Templo Daihoji cuenta con un hermoso jardín detrás de su sala principal. Aquí se encuentra la estatua de María Jizo, con una cruz en su pecho, decapitada y con las piernas arrancadas, un recordatorio del período en que el cristianismo estaba prohibido en Japón.

 

 

 

Kousatsuba

 

Kousatsuba es el lugar donde se colgaban los tableros de anuncios de madera durante el período Edo, mostrando las leyes y regulaciones decididas por el shogunato y los señores feudales.

 

 

 

Mizuba

 

Narai-juku también tiene seis Mizubas (fuentes de agua de manantial), que en el pasado servían para saciar la sed de los viajeros y para usos domésticos. Estas fuentes siguen siendo indispensables para los residentes actuales.

 

 

 

Puente Kiso Ohashi

 

El puente Kiso Ohashi, sobre el claro arroyo del río Narai, es un hermoso puente en forma de tambor, hecho íntegramente de cipreses de más de 300 años. Es uno de los puentes de madera sin pilares más grandes de Japón y luce espectacular cuando se ilumina al atardecer.

 

 

 

Nakamura-tei

 

La residencia de la familia Nakamura, construida en 1843, es un típico edificio de Narai-juku designado como Importante Bien Cultural Nacional. Esta casa de comerciantes de peines de laca está excepcionalmente bien conservada y exhibe muchas reliquias familiares. Aunque hay que pagar una entrada de 300 yenes, vale la pena visitarla.

 

 

 

Cafetería Matsuya Sabou

 

La Cafetería Matsuya Sabou da una cálida bienvenida a los viajeros con sombrillas japonesas rojas y flores silvestres en la entrada. El interior, lleno de artículos antiguos como radios y relojes de pared, crea una atmósfera nostálgica que transporta a otra época. El propietario también recibe a los visitantes con gran hospitalidad.

 

 

 

Gohei Mochi

 

El Gohei Mochi es una delicia gourmet de la región de Chubu en Japón. Este pastel de arroz asado con salsa de miso tiene un sabor mixto de dulce y salado, y una textura pegajosa y crujiente. Aunque no es mi merienda favorita, es una experiencia culinaria interesante para los viajeros.

 

 

Narai-juku está lleno de encanto, ya sea que quieras caminar por la Ruta Nakasendo, sintiendo la historia y la naturaleza como lo hacían los viajeros en el pasado, o como una excursión desde Matsumoto. Es un lugar que sin duda dejará una impresión duradera en tu memoria.

 

Artículo de Koji Nishizuka

 

Llegué a España por primera vez como mochilero en 1972. Dos años después decidí quedarme, y desde entonces vivo aquí, entre los recuerdos vivos de Asia y la riqueza cotidiana del mundo mediterráneo. Nací en Japón y viví allí hasta los 24 años. Mis viajes posteriores por Europa y Asia me han permitido comparar paisajes, ritmos, formas de vida y mentalidades muy distintas, y así redescubrir lo que dejé atrás en mi tierra natal. En 1990 fundé Frontia S.A. (CICMA 492) y, en 2004, creé Destinos Asiáticos, una marca especializada en viajes a medida por Asia, con el objetivo de compartir mi fascinación por este continente con otros viajeros. He recorrido países como Corea del Sur, Camboya, Laos, Tailandia, Myanmar, Malasia, Indonesia, Singapur, Hong Kong, Bangladesh, Sri Lanka, India, Nepal y Bután. Además, viví ocho años en Vietnam, país al que regreso siempre que puedo. Me considero un enamorado de Asia… y de España. Entre ambas orillas he construido mi forma de mirar el mundo: con curiosidad, respeto y atención a los matices. Esa mirada es la que intento transmitir en este blog, donde comparto rutas, momentos y lugares que, más que destinos, son paisajes interiores. Si disfrutas del viaje como manera de entender otras culturas —y también la propia—, quizá encuentres en estas crónicas algo que resuene contigo.
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