Como capital de Vietnam, la ciudad de Hanoi es, probablemente, la que alberga los mejores museos del país asiático. Visitarlos puede ser para el viajero una excelente manera de profundizar en la realidad de este impresionante trozo de Asia, un país con una historia tan rica y convulsa como fascinante.
Una primera parada interesante podría ser el Museo de Historia de Hanoi. En este impresionante edificio que data de 1925 -obra del arquitecto francés Ernest Hebrard, que fusiona la influencia china con la francesa- se puede conocer todo el devenir histórico de Vietnam, desde la prehistoria hasta la creación del Partido Comunista, pasando por las civilizaciones protovietnamitas, la cultura Dong Son, los pueblos del delta del Mekong, el reino Champa, los jemer y las diferentes dinastías vietnamitas. Una auténtica inmersión en el turbulento pasado del país.
El Museo Etnológico de Vietnam es perfecto para adentrarse en las diferentes culturas, etnias y razas que habitan en el país. Allí el visitante podrá ver desde hermosos dioramas explicativos a muestras de tejidos y artesanía, la reconstrucción de una casa típica de la etnia Tay. Además, en su tienda de artesanía perteneciente a una organización de comercio justo se pueden adquirir hermosos objetos mientras se colabora a la causa de la protección de estas etnias.
El Museo de las Mujeres exhibe algunas exposiciones de lo más interesantes. Especialmente destaca el homenaje a las mujeres soldado y los movimientos internacionales de mujeres contra la guerra. Es un museo con una gran carga política, pero también cultural. Además, se pueden apreciar los diferentes trajes que usan las mujeres de distintas etnias del país y otros objetos de artesanía.
Pero si hay un museo impactante entre todos los que alberga Hanoi -de los cuales sólo hemos querido destacar unos cuantos- ese es el Museo de la Prisión de Hoa Lo. Conocida con gran sarcasmo como el ‘Hanoi Hilton’ por los prisioneros de guerra norteamericanos, es un enorme complejo construido en 1896 que pasó de estar proyectado para albergar a 450 presos a contener más de 2.000 en 1930. Es muy impactante ver allí algunos de los instrumentos de tortura que se usaban como una guillotina francesa que data de la época colonial o los grilletes para inmovilizar a los presos en sus catres. A pesar del sesgo propagandístico que se pueda percibir, es una visita muy interesante para conocer esta parte de la historia vietnamita. Además, hay una exposición con multitud de fotografías en la que se puede ver a los estadounidenses que fueron encerrados allí como prisioneros de guerra.
Vietnam, un país que además de una naturaleza privilegiada y un legado monumental impresionante, posee una rica historia que bien merece la pena conocer.