Shanghai, Pekín, Xi’an son los grandes titanes del gigante chino, que cada vez se estabiliza entre las grande potencias mundiales. Sin embargo, de cara al turismo conviene combinar las estancias en las grandes urbes con las visitas a la profundidad del país, a pequeñas aldeas donde la tradición china se mantiene intacta y donde se respira miles de años de historia y una civilización milenario en todas las calles y casas.
Rodeadas por miles y miles de hectáreas de campo de cultivo o al abrigo de montañas, el mapa se va salpicando de pequeñas villas que inmersas en la vida de campo, destacan por la hospitalidad de sus gentes.
Lijiang es una pequeña región que se sitúa dentro de los límites de la provincia de Yunnan, al sur del país. Cuenta con el orgullo de ser Patrimonio Mundial de la UNESCO, lo que es la mejor carta de presentación para los turistas que se acercan hasta allí. Los cantones rebosan encanto por cada uno de sus poros y las pequeñas ciudades como Zhouzhuang, Fenghuang, Yangshuo, Wuzhen, Nanxun o Dali ofrecen numerosos encantos en el que los turistas pueden disfrutar de un ambiente y un destino todavía sin descubrir, sin la masificación del turismo de otras zonas.
Zhouzhuang, por ejemplo, se sitúa en la provincia oriental de Jiangsu. Es un oasis a tan solo 40 kilómetros de Suzhou y relativamente cercana a Shangahi. La montaña amarilla reúne en su interior todo el encanto de las montañas chinas y Zhouzhuang es el cantón más hermoso de toda la geografía de aquel país.
Fenghuang se encuentra en la Prefectura Autónoma de las Etnias Tujia y Miao de Xiangxi de la provincia central de Hunan. Fue construida durante el reinado del emperador Kangxi de la dinastía Quing. Esa perla de lo región oeste de Hunan es realmente pequeña. El barro viejo de la ciudad se encuentra a caballo entre las montañas y el río Tuojiang, cuya aguas cristalizadas cruzan la ciudad. La muralla bordea el rio y dota a la orilla de un color mágico, debido a las rojas piedras que la componen. Aquí las principales atracciones son: las montaña orientales, las verdes colinas, el templo y el lago de dagrón.