Localizadas a tan sólo 12 kilómetros de la ciudad de Luoyang, en China, las Grutas Budistas de Longmen son toda una atracción para los viajeros. Son una de las mayores muestras de arte chino y escultura en piedra que se conservan. No en vano, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
Estas cuevas y grutas se comenzaron a construir bajo las órdenes de la dinastía Wei del Norte y continuaron con la llegada de las dinastías Sui y Tang. El conjunto está formado por más de 2.300 grutas, pero las principales son cinco:
La Gruta de Fengxian: Esta es con diferencia la gruta más grande de todas. Originariamente contaba con una cubierta de madera, pero ahora se puede visitar a cielo abierto. En el centro se alza una enorme estatua de 17 metros de altura del Buda de la Luz Ilimitada. La enorme figura está flanqueada por otras estatuas de sus discípulos Ananda y Kasyapa. Además se pueden ver otras 6 estatuas importantes rodeando al conjunto.
La Gruta de los Diez Mil Budas: Fue construida por Wu Zetian en el año 680. Su nombre proviene de los miles de imágenes de pequeños budas que están esculpidas en su pared.
Las Grutas de Binyang: Consta de tres cuevas en la parte norte de la montaña. En ella se pueden admirar más de 11 esculturas de Buda de más de 8 metros de altura.
La Gruta de Guyang: Se considera a esta como la gruta de mayor antigüedad y se caracteriza por la gran cantidad de bajorrelieves e inscripciones que se pueden contemplar en ella.
La Gruta de las prescripciones médicas: es un espacio lleno de grabados con recetas para curar más de 120 enfermedades y problemas de salud. Tardó siete años en construirse (desde 550 a 557).
Son un lugar ideal para contemplar uno de los hitos de la artesanía y la cultura china y un rincón en el que transmite paz y serenidad sólo por las expresiones de las esculturas de Buda y sus discípulos que pueden apreciarse.