Shanghai, una ciudad que ha sido destacada y subrayada en el mapa mundial por estar acogiendo una nueva edición de la Expo Mundial. Sin embargo, la titánica urbe china no solo es conocido por ser organizador y sede de la muestra, sino que ya llevaba muchos años enarbolando la bandera de la modernidad en el gigante asiático. Sus alrededores configuran un mosaico de lugares y escondites únicos. Elegir un solo rincón de un lugar tan excepcional como es Shanghai no es nada fácil. Sin embargo, en una ciudad que nos ofrece tantas posibilidades, tantas opciones, tantas alternativas, donde el movimiento es continuo y constante, encontrar un lugar como la aldea del agua de Zhujiajiao es todo un logro.
Es un lugar declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, y una de las aldeas del agua más cercanas a la ciudad. Es cierto que suele haber bastantes turistas, pero seguro que encuentras también un rincón para disfrutar de su belleza con tranquilidad.
Destaca la calle Norte y los dos puentes que tiene, el de Fangshen, que tiene cinco arcos y mide 72 metros, y el de Tai’an. El primero es uno de los más antiguos de Shanghai, ya que data de 1571. Una curiosidad: se construyó gracias a las limosnas recogidas en un templo cercano.
Esta aldea no se ha visto absorbida por el turismo, y todavía se puede pasear por las vías de agua secundarias y disfrutar de algunos de los rincones más pintorescos y especiales de Shangai.