La India es un destino fascinante que ofrece al viajero la posibilidad de contemplar la historia, el arte y la cultura de un país en el que la espiritualidad y el misticismo flotan en el ambiente de cada rincón. Una de las ciudades más bellas que este país ofrece al visitante es, probablemente, Fatehpur Sikri. Localizada a unos 35 kilómetros de Agra, la ciudad se estableció como ofrenda al santo sufi Salin Chishti en el siglo XVI por el emperador mogol Akbar.
El lugar también es conocido como “La ciudad abandonada” ya que la falta de agua obligó a sus habitantes a trasladarse, lo que lamentablemente provocó el saqueo de mucho de su patrimonio artístico. Aún así, Fatehpur Sikri aún mantiene un esplendor digno de ser admirado.
La arquitectura de la ciudadela, mezcla de los estilos hindú e islámico, es uno de los encantos que hace imprescindible la visita al lugar si se viaja a la India. Lugares como el Diwan-i-Khas o Casa de la Joya, utilizado como la sala de audiencias privada en su glorioso pasado, es uno de los edificios que aún son testigos de la grandeza que poseía el imperio gobernado por Akbar. Su columna central es un ejemplo exquisito de la complejidad ornamental de la que hacían gala sus artesanos.
El Turkish Sultana’s House, tallado como si de madera se tratara, es un edificio en el que cada losa posee un diseño diferente, incluyendo motivos arabescos, florales, formas acampanadas y espigas esculpidas en los soportes que sustentan el techo. Todo un despliegue de técnica artesanal que hechiza a quien lo admira.
El Patio de Pachisi, situado en el Panch Mahal, es otro rincón imprescindible. Según la historia de la ciudad, el harén de Akbar se dedicaba en este patio a jugar a algo muy parecido al parchís, de ahí el nombre del popular juego, que significa 25 en hindi ya que se jugaba con unas conchas en lugar de dados y esa era la cifra máxima que se podía alcanzar al lanzarlas.
El viajero no puede perderse tampoco la majestuosidad de la gran mezquita Jami Masjid. Su gran puerta Buland, la tumba de Sheikh Salim Chishti y la puerta real o Badshahi Darwaza son áreas de la misma que dejarán boquiabiertos a los visitantes por su perfección y belleza.
En definitiva, Fatehpur Sikri es uno de esos destinos de la India del que uno regresa con un recuerdo imborrable y con la sensación de haber viajado a un pasado de cuento. Uno de los rincones que nadie debería perderse.