El Ikebana o arte del arreglo floral es una tradición en Japón que tiene sus raíces en la tradición de los rituales sintoístas, en la práctica del budismo y en la más pura corriente estética japonesa en la que se combinan varios elementos para crear un todo armónico.
Esta disciplina llegó a su máximo esplendor en el siglo XVI íntimamente relacionado con la ceremonia del té, para la cual se engalanaban las estancias, pero siempre de un modo minimalista, natural y poco estridente. En su origen, el énfasis de este arte se ponía en mostrar los materiales y las formas imitando su estado natural. Esta ideología fue evolucionando poco a poco para trascender en simbolismo, de tal manera que se empleaban elementos que recreaban el Cielo, la Tierra o la Humanidad.
Los ramos se arreglan para expresar equilibrio armónico de los elementos de la naturaleza. Los cuatro estilos principales del Ikebana son:
- El Shokai: Conocido como “Flores vivientes”.
- Rikka: El arte formal o de flores en pie.
- Noribana: Flores amontonadas, literalmente.
- Nage-ire: Es el más naturalista.
Estas cuatro disciplinas se dividen a su vez en varias escuelas que hacen evolucionar este arte, como el Ikenobo de Kioto o el Segetsu de Tokyo. Aunque muchos rompen con la tradición y empiezan a innovar incluyendo nuevos materiales no naturales como el vidrio y varias aleaciones de metal.
Si quieres conocer de cerca este ancestral arte, te invitamos a viajar a Japón con nosotros, donde podrás disfrutar de un curso con auténticas artistas de ikebana.