Diversidad étnica en armonía
Durante mi viaje por Uzbekistán, comprendí pronto que este país no se define sólo por sus monumentos o su historia milenaria. En ciudades como Tashkent o Samarcanda, la riqueza real está en su diversidad humana.
Los uzbekos son el principal grupo étnico que constituye la mayoría de la población del país y son de ascendencia turca. Pero junto a ellos conviven decenas de grupos con idiomas y culturas distintas como tayikos, kazajos y kirguises. A ellos se suman rusos, ucranianos, coreanos, armenios, judíos, iraníes y turcos, entre otros. Algunos llegaron como colonos o fueron deportados durante el período soviético. Hoy, forman parte del tejido cotidiano del país, aportando diversidad y riqueza cultural.
Una pluralidad de lenguas
Aunque el uzbeko es la lengua oficial, el ruso se habla con fluidez, sobre todo en las ciudades. Otras lenguas regionales, como el karakalpako o el tayiko, también tienen presencia.
Tradiciones y costumbres en Uzbekistán: un legado vivo entre modernidad y raíces ancestrales
Como señaló Isabella Bird, la célebre viajera, exploradora y escritora británica del siglo XIX, los rituales y celebraciones reflejan de manera intensa las tradiciones y la espiritualidad de un país. Esto sigue siendo cierto incluso hoy, en un mundo donde la globalización avanza y los estilos de vida tienden a converger, y Uzbekistán no es la excepción
A lo largo de los siglos, Uzbekistán ha sido un punto de encuentro entre civilizaciones nómadas y sedentarias. Aunque el islam llegó en el siglo VIII, muchas costumbres anteriores sobrevivieron, y aún hoy forman parte de la vida cotidiana, especialmente en entornos rurales.
El peso del patriarcado en la vida familiar
El respeto por los mayores y la figura del padre siguen siendo fundamentales en muchos hogares. Las mujeres uzbekas, además de encargarse del hogar, actúan como guardianas de las tradiciones. La convivencia multigeneracional es común, y la separación entre hombres y mujeres en celebraciones familiares continúa siendo habitual.
Mahalla: comunidad, identidad y apoyo mutuo
La mahalla es una estructura vecinal que funciona como unidad de apoyo social. Allí, los vecinos colaboran en todo: desde organizar bodas hasta ayudar en funerales. Algunas están formalmente reconocidas por el Estado, pero su esencia es comunitaria. Son el reflejo de un sistema social basado en la ayuda mutua y el respeto colectivo.
Besik Tui: el primer descanso
Esta ceremonia, que se celebra pocos días después del nacimiento, consiste en colocar al bebé en su primera cuna de madera. Aunque hoy en día ya no se usa para dormir, el gesto representa un deseo de buena vida para el recién nacido.
Hatna Kirish: el paso hacia la adultez
La circuncisión, realizada entre los 1 y 9 años, se convierte en una gran celebración comunitaria. Se preparan regalos, se recita el Corán y se ofrece un festín a los invitados. Aunque ahora suele hacerse en hospitales, el ritual sigue vivo.
Fatikha Tui : el compromiso entre familias
El Fatikha Tui marca el compromiso oficial antes del matrimonio. Aunque los novios suelen elegir a su pareja, en las zonas rurales los padres y un casamentero aún juegan un papel central. El ritual se sella con la ceremonia del non sindirish, donde se parte un pan como símbolo de unión.
Nikokh Tui: la boda uzbeka
El día de la boda, el novio recoge a la novia y la lleva a su nueva casa. Tras una despedida emotiva, se celebra un gran banquete con música, cantos y danzas. Luego, la yanga (una mujer casada cercana) ayuda a la novia en la preparación para la noche de bodas, tras lo cual el novio le ofrece un regalo simbólico.
Plov de la mañana: comida y comunidad
Este ritual, típico en bodas y conmemoraciones, reúne a decenas o incluso cientos de personas al amanecer. Se sirve plov tras una breve oración, en bandejas compartidas. Más allá de la comida, es una expresión de solidaridad vecinal.
El islam en la vida uzbeka
Aunque la mayoría de los uzbekos son musulmanes sunitas, la práctica religiosa varía. Durante el Ramadán, muchos no ayunan y los restaurantes siguen abiertos. Sin embargo, el islam sigue influyendo en la vida cotidiana y en el sentido moral de la comunidad. Ser consciente de ello ayuda a entender mejor los códigos sociales del país.