Que decir de Gili Trawangan. Una isla de 3 kilómetros de largo y dos kilómetros de ancho, donde no existen ni las carreteras, ni los coches, ni las motos que tanto se sufren en Bali… Si quieres moverte has de hacerlo en bici, o andando ya que nunca son muy largas las distancias.
Además de no tener carreteras, tampoco tiene centros comerciales, solo pequeñas tiendas locales donde podrás encontrar comida, bebida… Los hoteles no tienen grandes infraestructuras y lo máximo que podemos encontrar es 4 estrellas, sin embargo, es más que suficiente.
En la isla no hay policía, y la mayoría de los habitantes son gente local y extranjeros que se dedican al buceo. Mi experiencia ha sido la experimentación de una desconexión total, sin televisión, andando por la isla descalza y sin miedo a cortarte con cualquier cristal, nunca hay mucha gente, y la vida allí consiste en pasar el día en la playa hasta que den las seis.
Entonces llega el momento álgido, cruzar la isla en bici hasta la otra punta, para ver el más maravilloso de los sunsets, donde el sol se esconde poco a poco entre las nubes rojizas y el volcán Kintamani de Bali de fondo.
Todo esto en un pequeñito bar a pie de playa con música reggae de fondo y una hoguera que se enciende al irse el sol. Es el momento de tumbarse y disfrutar de las estrellas de Gili, por primera vez pude ver la vía láctea! EN RESUMEN, Gili me dejó SIN PALABRAS…