Energía y movimiento. Dos adjetivos que describen a Ho Chin Minh (antigua Saigón), esta ciudad vietnamita donde es posible vivir la cultura francesa en plena Asia. Un lugar donde Oriente y Occidente se encuentran. La simple palabra Saigón evoca mil imágenes: callejones donde parece que el tiempo se ha detenido, pagodas y mercados, fantasmas del pasado que viven en iglesias y templos, tiendas tradicionales donde encontrar seda natural y las mejores especias; modernos rascacielos, restaurantes gourmet, bares minimalistas. Todo es posible en este collage urbano donde pasado y futuro se mezclan a la perfección.
Para entender la vida actual de la ciudad es necesario conocer su historia. Originalmente formó parte de Camboya y hasta el siglo XVII era una pequeña ciudad portuaria que fue absorbida por Vietnam. En 1859, la ciudad fue capturada por los franceses y años más tarde pasaría a ser capital de la Cochinchina. Desde 1956 hasta 1975 fue la capital de la República de Vietnam. En 1975 cayó ante el avance de las tropas de Vietnam del Norte y tomó su actual nombre: Ho Chi Minh. La ciudad aún conserva el encanto de su pasado francés en bulevares, edificios emblemáticos y casas del estilo colonial como la Catedral de Notre Dame, una clara réplica de la famosa catedral parisina y que es el templo más concurrido de la ciudad, en el que se suelen producir aglomeraciones de fieles en los días que hay mira; el Teatro Municipal de la Ópera, con una preciosa iluminación nocturna; ó la Sede del Comité Popular, que se conoce también como Hôtel de Ville.
Un edificio que no se puede perder el viajero es el Palacio de la Reunificación, símbolo en su momento del gobierno de Vietnam del Sur y por el que miles de vietnamitas y americanos murieron al intentar salvarlo. Actualmente el edificio es un ejemplo de la arquitectura de los años 60, al que se puede acceder y visitar sus amplias salas interiores. Todavía está operativo para recepciones oficiales. No se pierda el sótano, donde se encuentra una red de túneles y habitaciones (incluyendo una sala de guerra y un cuarto de telecomunicaciones). Uno de los túneles se extiende hasta llegar al Palacio Gia Long, ahora conocido como el Museo de la Revolución.
El Mercado Ben Thanh es otra parada obligada en el paseo por el centro de Saigón, para disfrutar del trajín del día a día vietnamita de la capital. En él los puestos de comida conviven con otros de ropa, artesanía e imitaciones.
Para vivir en la propia piel el trajín de la ciudad, una de las mejores opciones es un paseo en Xe Òm, el transporte público típico de Saigón. Le recomendamos negociar el precio antes de iniciar el trayecto. Otra opción para recorrer la ciudad es un cyclo.Alberto, autor del blog Volver Asia recomienda en un post sobre Saigón los mejores restaurantes para comer y cenar según la especialidad. Le vamos a hacer caso. Estas son sus sugerencias: Para comer: Quan An Ngon (o simplemente Ngon), especialidades vietnamitas en general.138 Nam Ky Khoi Nghia, Distrito 1 Bunta, especialidades de platos Bun, bowl con noodles.136 Nam Ky Khoi Nghia, Distrito 1 Pho Hoa, especialidad de Pho, sopa típica vietnamita.260 Pasteur, Distrito 1 Para cenar: Quan Nuong 3T (o simplemente 3T), barbacoa vietnamita de plancha.31 Ton That Thiep, Distrito 1 (En el ático) Barbecue Garden, barbacoa vietnamita de plancha.135A Nam Ky Khoi Nghia, Distrito 1 Temple Club, especialidades vietnamitas en general.29/31 Ton That Thiep, Distrito 1 (1a planta) Ngoc Suong, especializado en marisco.19C Le Quy Don, Distrito 3.
Queda pendiente la visita a los templos de Saigón, pero merecen otro post.