La preciosa isla de Bali es uno de esos paraísos conocidos pero con muchos rincones por descubrir, una isla con tantos encantos naturales y culturales que merece ser desenvuelto como un regalo de cumpleaños cuidadosamente empaquetado en papel de regalo. Para ello lo mejor es darse una vuelta por la isla por libre, tomando el tiempo que queramos en lo que más nos guste…
Unos optarán por llegar a aquel templo que vieron en el horizonte al amanecer, otros por perderse en las calles de Kuta, otros por descubrir las sonrisas de los niños que juegan en aquella aldea que vieron desde el autobús, otros encontrar aquella playa romántica donde perderse…
Para ello, lo que yo personalmente recomiendo es alquilar una moto e iniciar nuestra propia búsqueda. Esta opción cada vez tiene más adepto entre los viajeros más aventureros, con ganas de llegar más allá. Si eres uno de ellos no deberías dudarlo.
