En el sur de la India se sitúa la ciudad santa de Madurai, más conocida como la Atenas de Oriente debido a su antigüedad y al espectacular templo de Sri Meenakshi, el más antiguo y grande de todos los lugares sagrados de India. El templo es el auténtico corazón de la ciudad, que ha ido desarrolándose en torno a él. Está dedicado al dios Shiva, en forma de Sundareswarar y su consorte Pavarti, en forma de Meenakshi y es un símbolo para el pueblo tamil y a él acuden todos los días miles de fieles para dedicarse a la oración.
Además de su enorme superficie (6.000 metros cuadrados), el viajero quedará entusiasmado con las esculturas policromadas que decoran cada una de las catorce torres que flanquean el templo. De ellas, dos goturam están dedicados a las deidades y están bañadas en oro. La torre sur es la más alta de estos goturam con 52 metros de altura. Cada una de ellas está esculpida con esculturas de personajes mitológicos como dioses, animales, criaturas que fascinan a través de sus colores brillantes.
El colorido exterior contrasta con un sobrio, oscuro y solemne interior, donde nos encontraremos con el Kulam Potramarai, el estanque del Loto de Oro, en el que según la leyenda, si los devotos se bañan en días de luna nueva, los primeros días del mes y los días de eclipse serán bendencidos con todas sus aspiraciones para el éxito. Los santuarios dedicados a las deidades no tienen permitida la entrada a los no hindúes y tampoco es posible hacer fotografías en el interior del templo. Además, para acceder al conjunto no es posible hacerlo con pantalón corto y hay que hacerlo descalzo, como en todos los templos de India.
Para más información, no dudes en consultar la página oficial del templo
