En un viaje a la capital de Tailandia, Bangkok, un buen paseo por el barrio de Rattanakosin es una vuelta al pasado noble y majestuoso de este fascinante país. Situado en la rivera del río Chao Phraya y al norte de Chinatown, se considera el epicentro de algunas de las principales atracciones que no se deben dejar de visitar en la ciudad.
Entre ellas está el Gran Palacio de Bangkok, que fue la residencia oficial del rey por casi dos siglos, hasta mitad del XX, fecha en la que la residencia oficial fue trasladada al Palacio de Chitralada. A pesar de ello, el Palacio es la sede de multitud de rituales y celebraciones anuales, además de contener importantes oficinas gubernamentales. El edificio, como no podía ser menos, es de lo más llamativo y majestuoso.
Además, en Rattanakosin es donde se puede contemplar el Templo del Buda de Esmeralda, uno de los rincones fundamentales en cualquier viaje a Tailandia, ya que es el templo budista más importante del país y su arquitectura y el Buda Esmeralda que alberga son verdaderas joyas de la cultura nacional. Los mercados del lugar también son muy célebres, así como otros templos como el Wat Mahathat o la National Gallery.
Tomar un barco para recorrer parte del barrio es una de las mejores maneras de hacerlo, ya desde allí se pueden contemplar buena parte de los monumentos y edificios de manera cómoda y relajada, huyendo del tráfico rodado tan bullicioso de la capital.
Después del pequeño crucero, nada como un paseo a pie para disfrutar de sus calles, de sus mercados de artesanía y amuletos o sus impresionantes parques. Todo ello parando siempre a reponer fuerzas en cualquiera de los numerosos puestos de comida callejeros que se encuentran en cualquier rincón de la capital. Sin duda, la mejor forma de comer en Tailandia.
Rattanakosin es, en definitiva, el lugar que mejor conserva la herencia y la esencia más pura del Bangkok clásico, pero con las comodidades propias de una ciudad moderna y cosmopolita.
