India: Las cuevas de Aurangabad

5/02/2015

Inmersas en el Estado de Maharashtra, en la India, nos encontramos con las cuevas de Aurangabad. Este lugar, que aún no ha sido invadido por el turismo a gran escala, es un sitio perfecto para contemplar las maravillas que el arte Hindú tiene que ofrecer en lo que a escultura y tallas en piedra se refiere. Estas cuevas budistas, dividades en un grupo occidental y otro oriental, fueron excavadas durante los siglos IV al VIII, por mandato de las dinastías Vatatka y Chalukya.

 

 

El grupo de cuevas occidental son las más antiguas. Allí podremos ver una cueva de tipo vihara, con una terraza con columnas flanqueada por dos impresionantes bodhisattvas. Su pasadizo interior que desemboca en un buda sentado es de lo más llamativo de este lugar.

La cueva numero tres es del siglo VII y en ella se pueden contemplar unos preciosos frisos de colores brillantes donde se narran distintos hechos de la vida de Buda.

 

 

Sin embargo la cueva más enigmática es la número cuatro, ya que se cree que data nada menos que del siglo I, aunque no hay datos exactos al respecto. Esta cueva posee un estilo más sobrio que las otras y entre sus bazas está la stupa monolítica que se puede ver en su centro.

 

 

En el grupo oriental de cuevas se pueden contemplar tallas más vistosas que las del primer grupo, aunque no son tan antiguas. En la cueva siete se pueden ver en su terraza las impresionantes columnas de un santuario con un Padmapani sosteniendo un loto y un Shakyamuni custodiado por seis diosas, entre otras numerosas imágenes de animales y deidades mitológicas. Pero quizás la que más puede llamar la atención a los amantes de la Historia sea la pequeña cueva sin número al lado de la número seis. Este rincón ha intrigado a todos los arqueólogos que lo han estudiado desde que se descubrió en los años sesenta. Esto se debe a que, en un conjunto de escultura dedicado enteramente al budismo, la deidad principal de esta cueva es el dios hindú Ganesh.

 

 

Sin embargo en el mural de la derecha de la cueva se puede contemplar una imagen de Buda. Probablemente este sea uno de los primeros vestigios de fusión entre la religión budista y el brahmanismo del siglo VIII, aunque es algo que no se sabe con exactiud, de ahí la intriga para los estudiosos del caso. El viajero más atraído por el legado religioso y la arqueología de la India, encontrará en estas cuevas la excusa perfecta para dejarse llevar por el arte de una cultura ancestral.

 

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