Filipinas es uno de los grandes desconocidos de Asia, a pesar de tener unas islas maravillosas para descansar o practicar deportes acuáticos, sus selvas tropicales, la hospitalidad de su gente o su enorme riqueza cultural llena de ricas influencias.
Uno de los lugares más visitados por los viajeros en este país es sin lugar a dudas el impresionante volcán Taal, situado en la región dominada por la ciudad de Tagaytay, en la isla de Luzon. Y es lógico que sea así, ya que su visión es espectacular, puesto que dentro del cráter del propio volcán hay un lago en cuyo interior, a su vez, existe una pequeña isla.
Debido a la actividad volcánica y a los elementos químicos de la tierra de la zona, las aguas son verdosas, muy bellas, aunque de un olor sulfuroso como es lógico en cualquier zona volcánica. Además, las columnas de humo que se suelen formar le dan un aspecto magnífico, casi de película, por lo que la visita bien merece la pena. Se puede ascender al volcán andando en una caminata de poco más de media hora, aunque también se puede hacer el ascenso en burro para hacerlo más divertido.
Las rutas para ascender a la cima están muy marcadas, aunque también se puede optar por varios ascensos alternativos que, aunque son más duros físicamente que los tradicionales, pueden merecer la pena por la enorme belleza del paisaje y de la experiencia de trekking. Y si queremos vivir la mejor experiencia posible, lo mejor es visitar el volcán a primera hora de la mañana.
