La capital de Corea del Sur, Seúl, ha sido el centro político, económico y cultural del país durante más de seis siglos. Desde que el rey Taejo, fundador de la dinastía Joseon, decidiera en el tercer año de su reinado trasladar la capital del reino a esta ciudad, no ha parado de crecer. Tanto es así que hoy en día aquí vive la cuarta parte de toda la población del país. De este fascinante periodo de la historia coreana, Seúl aún conserva numerosos lugares de interés para el viajero:
- Las puertas de la antigua muralla.
- Cinco grandes palacios: Gyeongbokgung, Changdeokgung, Changgyeonggung, Deoksugung y Gyeonghuigung.
- Las tumbas imperiales, como Hongneung y Seonjeongneung.
- El Instituto Educativo Confucionista Sung Kyun Kwan.
Esto es sólo un pequeño ejemplo de todo lo que tienen que ofrecer las intrincadas callejuelas de la capital surcoreana. Además, Seúl se configura como una de las urbes más modernas y punteras de toda Asia. Los rincones llenos de encanto que se escapan a lo tradicional y se hunden en la nuevas tendencias son inacabables: El parque Lotte World, la Torre de Seúl o sus parques ajardinados y museos.
Además, los amantes de la tecnología y de las compras tendrán aquí su espacio ideal en los grandes almacenes, los emporios comerciales y los mercadillos. Eso sin prescindir de una parada en sus cafés o una copa en sus bares y en sus clubs de Jazz.
Una visita para conocer la cultura coreana puede ser la excusa perfecta para enamorarse de una de las ciudades más bulliciosas y bellas de todo el continente asiático.
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